Hemos cumplido ya 4 años de haber iniciado esta crafti-aventura y sin duda ha pasado de todo, anécdotas para el recuerdo, otras para aprender y otras que son básicamente historias de semi terror porque salió fatal.
En verdad, pareciera que en hacer jabones y otras creaciones todo es como muy lindo, pero en realidad no, además de diversión hay bastante trabajo detrás de cada emprendimiento, nervios, a veces frustración, pero sobre todo ganas de que salga algo por lo menos digno (ja).
En algunas ocasiones me he querido jalar de los pelos porque las cosas no han salido nada bien.
Hoy les queremos compartir algunas de estas felices tragicomedias de la vida artística, espero que las disfruten como nosotros.
Lo bello
Cuando comenzaba a hacer cupcakes de jabón, manifesté mi obsesión con el reino de los elementales y realicé este ejemplo de hada, que pesaba como 200 gr, y que por cierto, se tardó mucho en vender.
Había tenido ganas de hacer frutas y este es un ejemplo de lo que realizamos para cuando abrimos nuestro punto de venta en Metepec. Las rebanadas de sandías son laboriosas pero quedan hermosas, a todos les gustaban.
Este pastel de jabón lo vi en internet y me fascinó la idea de hacer una versión propia, aunque igual, se tardaron en vender pues recibí comentarios de si acaso tenía forma de un "barco" (¡¿?!) o que si la parte superior era merengue real... Este es el costo del arte contemporáneo en jabón, jajaja, la incomprensión...
Estas fueron unas paletas demasiado reales para ser jabón.
Temí que los clientes o los niños las comieran.
Al principio de los tiempos jaboniles pensé que quizá poner las caritas de los novios sería funcional en jabones para boda, hoy pienso que es sumamente cursi y cansado para mi persona pues los pinté a manooo!!! (wtf), a quién se le ocurre semejante enfermedad....¿?!!!!
Sí, sólo a mí, que también una vez hice casi 60 jabones para el día del padre, para los papás de un grupo de secundaria. Cada uno traía color de piel, características y gustos particulares de la persona real !!! Hoy lo pienso y digo: wow, me cuesta creerlo. Cada pieza va cortada, armada y pintada a mano, para después llevar una capa de jabón transparente.
Así quedaban los buhítos jabonosos de otoño antes de volar del nido del molde y tomar vuelo propio, nótese que ya en ciertos momentos de la desesperación trabajamos en el piso...
El jabón circular es una pieza que presumo con orgullo: una mezcla de colores casi imperceptible y los 2 se fusionan, ¡me encanta!
Estas son fotos que me enorgullecen, mis primeros firulillos (diría Ramy Sanchez, maestra española de jabón con quien tomé un cursito hace tiempo) y que nos compartió cómo trabajar los colores con diseños atractivos.
Es difícil llegar al punto de la traza líquida que te permita trabajar con colores, al menos lo es para mí, si agregas demasiada agua, el jabón se comprime mucho cuando seca.
Estos pigmentos son naturales, como me gustan: clorofila, pimentón y dióxido de titanio, con aroma a menta, que hicimos para navidad.
Lo feo
Sí, hay cosas feas, es real, como estos pelones que parecen utilería para un cortrometraje de miedo, sin ojos ni pelo ni nada, como aliens.... iughhh
Es increíble cómo los detalles cambian la perspectiva.
La historia de las siguientes imágenes es que pareciera ser un bello pastel de fresas de jabón, como para regalo de cumpleaños, pero...
Si vemos más el detalle, podrán observar grietas y resquebrajaduras en la parte superior, ¡se rompióoo! nooooo :(
Resulta que me tardé 4 días en partir el pastel, porque lo veía muy blando... Y cuando lo hice el jabón ya estaba muy duro (noooooo). En jabones de proceso de saponificación debes cortar el jabón a las 24 horas de haberlo hecho o a más tardar 48... Pero me equivoqué y falló :( un bello pastel convertido en basura :(
Recuerdo que me dolió mucho haberme equivocado, pues cada fresa se hizo a mano, una por una, con la ayuda de un molde de silicón, el merengue se trabajó con duya, fue mucha chamba... mucha inversión en tiempo y material... que se fue a la basura. Pero gracias a este pastel aprendí bastante del proceso, y estar atentos a no cometer el mismo error.
A veces me pregunto, ¿porqué me complico tanto la vida? Pero lo hago desde siempre, supongo que me gustan los retos. :P Una de esas veces que me lo pregunté con más ahínco fue cuando me pidieron 100 cruces de jabón con un diseño hermoso, pero mega laborioso. Tenía que cortar miles de círculos de color café y rosa, después ponerlos en una cama de jabón blanco debajo y agregar una capa de jabón transparente después. ¡Uffff! Casi enloquezco...
Y es que además después había que cortar cada pieza con un cortador para galleta, que en las últimas tandas yo sentía que no tardaría en romperse. ¡Rezaba para que la cruz número cien saliera airosa!! y lo logré. Pero este modelo ya está... descontinuado. Es más fácil trabajar con papeles o encapsulados, ¡sin tanto relajo!
Este fue de mis primeros jabones de aceites vegetales: aguacate. Venía de la emoción de haber tomado clases con Marcela Burgos, una lindísima maestra argentina.
Lo teñí con clorofila y resultó que lo sobreengrasé demasiado, es decir, le puse aceite en exceso, por eso las gotitas de sudor de lo grasiento: (jajaja)
Un jabón sinceramente feo, pero con harto sentimiento. Los tuve en mis manos para uso en casa y guardé uno de ellos. Aún lo conservo y huele a rancio, me recuerda lo que no se debe hacer.
Lo horrible
No negarán que los primeros panquecillos que hice de jabón son bastante espantosos, y aún así tuve el atrevimiento en aquel entonces, de subirlos a la página... jajaja... Distaban bastante en calidad de los que son ahora sus descendientes, digamos que son los abuelitos de los de esta nueva época.
Mucho mejor los nietos ¿no? A esto le llamaría evolución...
"Buba" es el nombre de esta gorda esfera bomba de baño, que hizo su aparición el día que hice más de 60 bombas en una tanda. Entre la desesperación de querer terminar, y como la mezcla ya estaba muy necia y no quería ceder, la mojé de más, y una mitad quedó lisa y la otra... bueno, como si fuera hija de "la mole", la caricatura.
¡Te queremos Buba te queremos!
En otra ocasión, un jabón de frutos rojos no logró la consistencia adecuada y al intentar cortarlo este fue el resultado:
Otra foto de un intento de la técnica de la columna, mi jabón estaba demasiado espeso y los colores se fueron apachurrando entre sí, hasta que terminé con una mezcla pastosa asentándola en el molde.
Una vez secos y cortados, como pueden ver, no salieron tan mal, en las fotos todo se puede arreglar :D
Otro ejemplo de un jabón que llegó a una traza espesa como si fuera masa de pastel, teniendo que asentarla con la espátula, el resultado es bastante horrible:
Pero el monstruo que se ganó la sección de "Lo horrible", fue el primer jabón que hice con miel. Me excedí en la cantidad de este aditivo, y cuando el jabón se cubrió con trapo se calentó por dentro más de lo que debía. Al día siguiente que intenté cortarlo, el resultado fue ESCALOFRIANTE.
Tristemente, y aunque me he cansado de buscarlas en mi disco duro, las fotos del jabón terrible ¡no aparecen por ningún lado!!!! (como dice el dicho al revés, "hay algunas cosas que por algo no pasan"), y por algo será. Lo más cercano al engendro de jabón que me resultó aquella vez, es esta asquerosa imagen (tomada de internet):
Cito textual de mi bitácora de jabón de esa mañana:
"Agregué demasiada miel y salió una porquería (como un monstruo) que se solidificó a las orillas, creando en la parte central algo parecido a las fauces de un tiburón o una bestia del mar. Después de dejarlo secar una semana, el monstruo vomitaba un líquido café (la miel quemada). Lo metí a la olla de nuevo y lo mezclé una hora a baño maría, para bajar el ph, y lo reutilicé."
En verdad me asusté, pero ahora me muero de risa con estas palabras... De todo se aprende.
NOTA: Me da mucha harta vergüenza compartir esta foto, pero espero que todo quede entre nosotros (¡¡¡!¡!!).
Y sin duda, lo más terrible de lo terrible: (chan chan)
EL DESORDEN.
Lo sé, lo acepto, me confieso una persona desordenada, en vías de recuperación.
Y como los alcohólicos anónimos, diario me digo que "sólo por hoy" recojo las cosas, sólo por hoy mantengo la mesa sin tanto chiquero, sólo por hoy guardo todo en su lugar, y hay veces que lo logro y muchas otras que no.
Eso sí, en craftis la seguridad, la limpieza y la desinfección están por sobre todas las cosas, así que jamás me verán trabajando sin guantes, sin lentes de seguridad y casi casi me pongo escafandra. Todo, absolutamente todo, es desinfectado y esterilizado cada que termino un pedido, y tengo un máximo rigor en la limpieza de instrumentos y moldes.
Mi coco, es el orden.
Pero como dice esta frase célebre:
"Si no puedes soportar el desastre, sal del estudio de craftis".
Gracias por leer hasta aquí, espero haberlos entretenido con las crafti-aventuras que hemos tenido a lo largo de este tiempo, y nos leemos en la próxima.
¡Seguiremos al infinito y más allá de 4 años...! Ojalá...