(o crónica del cumple-año de un sueño)
El tema era decidir qué íbamos a hacer y qué quería hacer con eso -cosa nada fácil-, con una inversión de un taller construido ex-profeso y material para aventar para arriba, era un poco complejo. Había de todo pero no sabía qué hacer con ello.
Después de hacer una ardua investigación de las posibilidades, pensar y definir qué podría hacer, descubrí el jabón artesanal y me enamoré de él. Es útil, permite creación y es moldeable y lo mejor, termino rápido porque en lo demás... ash como soy lenta. Pero bien hecha, ¿eh? eso sí.
Telas había de a montón y en este principio se han convertido en bolsas, cuadros, toallas, artículos para bebé, pero mi mente no para y aún hay sorpresas para dar.
En cuanto al nombre, el inicio del mito... jaja... Craftis se llama así por la unión de "craft", que viene del anglicismo artesanía, y la contracción del sufijo "itis" de la jerga médica que significa inflamación. En resumen, artesanía engrandecida, enriquecida, recargada, multicolor.
Y Arte a Mano, bue... un pequeño eslogan atrayente, descriptivo y convincente (no dejara de ser comunicóloga).
Quiero agradecer a cada una de las personas que nos han favorecido con su preferencia y nos han comprado, los tengo muy cerca del corazón de mis craftis.
Mil gracias también a quienes no creían a lo que me dedico ahora, a ellos les agradezco aún más por darme más pila, sembrar mi rebeldía y mi necedad, que germinaron mis pequeños logros.
Gracias a mi familia y amigos con todo mi corazón porque han sido mis mejores porristas.
En especial a mi amado Leonardo por su apoyo total y creer en mí, gracias.
Gracias por leer hasta aquí y espero que este esfuerzo siga cumpliendo muchos años más.
¡Seguimos!
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